¿Cómo pintar puertas de interior?

Pintar es una de las actividades rutinarias para el mantenimiento de una vivienda, sin embargo muchas personas se olvidan de darle un cariño a las puertas interiores, por esta razón en el siguiente post te enseñaremos a pintar de manera correcta estos elementos indispensables en un hogar.

Desmontar la puerta

Antes de pintar una puerta interior debemos desmontarla de su marco o soporte, ya que de esta forma podremos trabajar en ella de una manera mucho más cómoda y segura. Para hacer esto tenemos que saber qué tipo de puerta es, ya que no será lo mismo quitar una batiente, una corrediza o una plegable.

En términos generales, la mayoría de las casas poseen puertas del tipo batiente, es decir, que utilizan bisagras con pasadores para sujetarse firmemente de la pared. Si este es el caso, solo basta con tomar un destornillador de paleta y un martillo para darle pequeños golpes hacia arriba del pasador, y de esta forma liberar la puerta del marco.

Una vez desmontada la puerta resulta conveniente colocarla en posición horizontal sobre un mesón o algún tipo de soporte que nos permita trabajar sobre él. La idea en este caso es tener la mayor comodidad posible cuando estemos lijando, rellenado y pintado la puerta.

Limpiar y lijar

Con la puerta montada en el soporte horizontal empezamos con el proceso de limpieza, para esto simplemente tomamos un paño húmedo y lo pasamos por toda la superficie de la misma, de esta manera podremos observar las condiciones generales de la puerta, así como de las bisagras y de la cerradura.

Si notamos que la pintura vieja se está abombando o cayendo debemos proceder a lijar la puerta, para esto podremos utilizar papel lija o también una lijadora eléctrica, sea cual sea la herramienta que escojamos lo importante en este caso es lograr eliminar la mayor cantidad posible de pintura, y de esta manera garantizamos que la nueva capa de pintura se adhiera firmemente a la superficie de la madera.

Aplicar una capa de sellador

Luego de lijar toda la superficie de la puerta debemos aplicar una capa de sellador, que básicamente es un producto que protege la madera y le otorga mayor resistencia y durabilidad. Para colocar este producto solo basta con utilizar una brocha limpia y esparcir el líquido en toda la superficie de la madera, y de ser necesario se aplicará una segunda capa de sellador.

Pintar la puerta

Una vez secado el sellador llega el momento de pintar la puerta con el color de nuestra preferencia, utilizando para esto una brocha, un rodillo pequeño o una pistola a presión. Tenga presente que el tono del color debe hacer juego con la decoración de los espacios y de esta manera se podrá mantener un estilo mucho más uniforme.

Montar la puerta

Cuando la pintura de la puerta se haya secado podremos montar nuevamente la puerta en su marco teniendo mucho cuidado de no golpearla o rayarla para no estropear el trabajo de pintura.

Para cualquier consulta sobre puertas, contácta con Carpintería Granada.